Elegir un suelo de madera para el salón

Elegir un suelo de madera para el salón

Elegir un suelo de madera para salones de estar

Los suelos de madera en los salones son una opción clásica y popular. Son completamente atemporales, elegantes y nos brindan lo hermoso de un producto natural. Son combinables con cualquier estilo y decoración. Su facilidad de limpieza con tan solo una mopa húmeda, los convierte en una excelente opción de suelos para el segmento residencial y hogares con niños y mascotas. 

La madera auténtica, aporta calidez natural  además de un excelente aislamiento y confort bajo los pies, recreando así mismo un ambiente relajante. Las alfombras  en conjunto con el suelo de madera, agregan calidez y suavidad adicionales, fusionándose con la decoración general de su salón y el resto del interior.

Las habitaciones más espaciosas suelen ser los salones, esto abre una amplia gama de posibilidades de diseño. Por ejemplo, cuando trabaje con una habitación grande, puede considerar tablas más anchas o ser más creativo con incrustaciones, patrones o biseles a dos y cuatro lados.

Conozca nuestras colecciones de suelos de madera Elegance, Heritage, Noble, Play, Prestige, Pure, Shade, Vintage y Viva para experimentar una selección única de diseños, patrones, colores y acabados. Alternativamente, visite nuestra nueva gama de suelos Segno. Reviviendo el suelo estampado clásico con un enfoque más moderno, Segno le brinda la licencia artística para crear su propia gama combinando y creando patrones únicos. Ya sea que opte por un diseño en espiga atemporal o cree su propia "combinación" de suelo. Segno ayudará a encontrar el suelo perfecto para su salón que se adapte a su estilo de vida y preferencias del diseño interior.

Beneficios de los suelos de madera el salón

Ventajas de usar suelos de madera en el salón

• Diseños con vida propia
• Duraderos
• Cómodos bajo los pies
• Higiénicos

Diseños: los suelos de madera son hermosos, elegantes, poseen vida propia y brindan calidez instantánea a cualquier espacio del hogar. Disponibles en una amplia gama de colores y tonalidades entre claros a oscuros, que se complementan con cualquier decoración, desde la más moderna a la tradicional.

Duraderos: la madera es increíblemente duradera y ofrece estabilidad a lo largo de su vida útil. Su construcción gruesa y densa de tablas de madera, significa que puede lijarlos y barnizarlos cuando comiencen a mostrar signos de desgaste. Como testimonio de su durabilidad, los suelos de madera pueden durar décadas, según su calidad y cómo hayan sido mantenidos a lo largo del tiempo.

Cómodos bajo los pies: si bien no es tan cálido o suave como una alfombra, la madera es más cómoda que las opciones de suelos más duros como el laminado, las baldosas de cerámica y la piedra. Las alfombras  también se usan a menudo sobre los suelos de madera para agregar calidez y confort a la pisada.

Higiénicos: La madera es fácil de mantener limpia y libre de polvo; con tan solo barrer o limpiar con una fregona humedecida con detergente neutro será más que suficiente, lo que los convierte en una opción ideal para cualquier parte de la casa, así como también para personas alérgicas.

Contras de usar suelos de madera en el salón


• Costoso
• Limitación de las propiedades de aislamiento acústico

Costoso: los suelos de madera son costosos en comparación con otras opciones alternativas de suelos. Sin embargo, dependiendo de la calidad del suelo de madera que elija y de lo bien que lo cuide, son una inversión que vale la pena; su durabilidad con el paso del tiempo, los hace verdaderamente únicos.

Limitación en las propiedades de aislamiento térmico y acústico: por sí solos, los suelos de madera tienen propiedades de aislamiento acústico limitadas y pueden ser ruidosos para caminar. Sin embargo, si son pegados durante la instalación, aumentarán las propiedades de aislamiento acústico. La instalación de una base acústica de calidad también ayudará a reducir el ruido y proporcionará un aislamiento térmico adicional. En Tarkett recomendamos Tarkofoam II o Tarkoflex II.

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